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Todo lo que necesitas saber sobre los requisitos para entrar al ejército español

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Ingresar en el ejército español es una opción cada vez más valorada por quienes buscan estabilidad, formación y una vida con propósito. Pero antes de pensar en los destinos, las especialidades o la carrera militar que quieres seguir, hay una pregunta clave que debes resolver: ¿cuáles son los requisitos para entrar en el ejército español?

La respuesta no es única, ya que depende del tipo de acceso: tropa y marinería, suboficiales u oficiales. Aun así, hay una base común que todos los aspirantes deben cumplir. Vamos a ver cada aspecto con claridad, para que sepas si cumples las condiciones o si todavía necesitas prepararte un poco más.

Nacionalidad, edad y estudios mínimos: el punto de partida

Para acceder al ejército español como soldado o marinero (tropa y marinería), necesitas:

  • Tener la nacionalidad española o ser ciudadano de alguno de los países con los que España mantiene acuerdos específicos (como Ecuador, Colombia o Perú, entre otros). El listado puede cambiar cada año, así que es clave consultar la convocatoria.
  • Tener entre 18 y 29 años en el momento de incorporación (no en el momento de inscribirte). Es decir, puedes inscribirte con 17 años y 11 meses, siempre que cumplas los 18 antes de entrar.
  • Haber superado, como mínimo, la ESO o equivalente. Si tienes un título superior (Bachillerato, FP o universidad), sumarás puntos en la fase de concurso, lo que te ayuda a obtener mejor posición en el proceso.

En el caso de acceso a suboficiales y oficiales, los requisitos académicos y de edad cambian:

  • Para suboficiales, se necesita tener el título de Bachiller o equivalente, y no superar los 21 años (aunque hay excepciones si ya tienes titulación universitaria o FP superior).
  • Para oficiales, se exige titulación universitaria o superar una oposición con acceso desde Bachillerato. En ambos casos, la edad máxima suele ser de 26 años, aunque también puede variar.

Requisitos médicos y físicos que no puedes pasar por alto

Además de cumplir con los datos personales, deberás superar un reconocimiento médico riguroso. Esto no es un simple chequeo, sino un filtro detallado que evalúa:

  • Estado visual y auditivo
  • Columna vertebral y articulaciones
  • Salud mental y antecedentes clínicos
  • Ausencia de enfermedades crónicas
  • No tener tatuajes ofensivos ni visibles con el uniforme (aunque esto se ha flexibilizado, sigue habiendo restricciones)

No haber consumido sustancias ilegales ni presentar adicciones también es un criterio excluyente. Y si llevas gafas o lentillas, no te preocupes: en muchos casos puedes acceder si estás dentro de los límites de agudeza visual que marcan las bases.

También deberás superar unas pruebas físicas básicas, que miden tu resistencia, fuerza y agilidad. Aunque no son extremadamente duras, sí exigen preparación. No importa si estás en forma: entrenar con antelación es clave para evitar sorpresas.

Otros requisitos importantes que pueden marcar la diferencia

El ejército valora mucho los méritos personales. No son requisitos obligatorios, pero pueden ayudarte a subir posiciones en el ranking. Algunos ejemplos:

  • Tener permisos de conducir (sobre todo el B y el C)
  • Hablar idiomas, especialmente inglés
  • Haber estado en la reserva voluntaria
  • Tener experiencia previa en el ámbito militar o de emergencias

Además, para ciertos destinos o especialidades, pueden exigirse requisitos específicos, como mayor nivel académico, pruebas físicas adicionales o cursos previos.

Y algo fundamental: no tener antecedentes penales. El ejército busca personas con buena conducta, así que deberás presentar un certificado negativo de delitos sexuales y estar libre de condenas judiciales.

¿Cumplo los requisitos? Esto es lo que puedes hacer ahora

Si después de leer esto sientes que estás listo o casi listo, lo ideal es que empieces cuanto antes a preparar el proceso. Consulta las convocatorias activas en la web del Ministerio de Defensa, revisa los plazos de inscripción y empieza a entrenar tanto a nivel físico como psicotécnico.

Si por el contrario, todavía te falta algún requisito (por ejemplo, terminar la ESO, mejorar tu forma física o resolver una cuestión médica), no lo veas como un muro. Velo como un plazo de preparación. Muchas personas tardan meses o incluso un año en cumplir todos los requisitos, y cuando lo hacen, llegan con más claridad y motivación.

Entrar en el ejército es posible si sabes lo que necesitas

A veces se piensa que el acceso al ejército es solo para personas “muy fuertes” o con perfiles extremos, pero la realidad es otra. Lo que más se valora es el compromiso, la preparación y la constancia. Si cumples los requisitos y te lo tomas en serio, puedes conseguirlo.

El ejército español necesita personas responsables, preparadas y con ganas de crecer. Si ese eres tú, empieza hoy. No esperes a que salga la próxima convocatoria para moverte. Prepararse con tiempo puede ser la diferencia entre entrar o quedarte fuera por poco.

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